Con estas olas de calor tan intensas hay que tener cuidado con los resfriados. Aunque asociemos más el frío con los estornudos y la tos, en verano también estamos expuestos. Esto se debe a que hay montones de virus por ahí, más de 200, que nos pueden atacar en cualquier momento.
Hay unos bichitos llamados enterovirus no polio que son los culpables de muchos resfriados estivales, los síntomas son los de siempre: estornudos, garganta irritada y nariz goteando.
Estos bichitos son bastante molestos. Pueden meterte fiebre de un momento a otro y dejarte sintiéndote fatal. Dolores musculares, dolor de cabeza, y hasta problemas en el estómago, como náuseas y vómitos, son parte del paquete. Lo peor es que se propagan fácilmente, principalmente a través de la saliva, la mucosidad y, ¡sorpresa!, hasta las heces.
Así que como recomendación hay que lavarse las manos frecuentemente y evitar estar muy cerca de alguien que se sienta mal son buenas formas de protegerte.