A partir de este martes, entró en vigor la prohibición de los vuelos nacionales en Francia cuando exista una alternativa en tren que permita el mismo trayecto en menos de dos horas y media.
Esta medida ha sido publicada en el Diario Oficial francés y forma parte de los esfuerzos para combatir el cambio climático. La prohibición no se aplica a los vuelos de conexión y se limita a las rutas entre ciudades donde el tiempo de viaje en tren es comparable al de los vuelos y permite una estadía de más de ocho horas en el destino.
Aunque la ley ya estaba siendo aplicada en la práctica debido a acuerdos previos con Air France, la principal organización de compañías aéreas A4E ha calificado esta prohibición como “simbólica” y ha instado a los gobiernos a respaldar soluciones concretas para descarbonizar la aviación.
El transporte, y en particular la huella de carbono de la industria aérea, está bajo un escrutinio cada vez mayor en Europa debido a la urgencia de abordar el cambio climático.