El fin de semana entró en vigor una ley en Texas que obliga a aquellos conductores ebrios que hayan ocasionado un accidente en el que muera el padre, madre o tutor de un menor de edad a pagar la manutención de éste hasta que cumpla la mayoría de edad.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó la ley en el mes de junio y entró en vigor el 1 de septiembre, argumentando que “Cualquier fallecimiento de un padre es trágico, pero una muerte a manos de un conductor ebrio es especialmente atroz”, escribió el gobernador republicano en sus redes sociales.
La ley establece también que, si el acusado no puede pagar la restitución porque está encarcelado, deberá hacerlo a más tardar “en el primer aniversario de la fecha” de su liberación. Las condenas por homicidio por intoxicación van de los dos a los 20 años.