El ajuste en la calificación crediticia que hizo Fitch Ratings la semana pasada a Pemex, y el apoyo que el gobierno brinda a esta empresa, no significan un riesgo para las finanzas públicas, las cuales se encuentran estables y perfiladas hacia una “transición tranquila” para el próximo gobierno, considera el economista en jefe para América Latina de Barclays, Gabriel Casillas.
“No vemos impacto para las finanzas públicas, es un tema que se debe resolver en algún momento: disminuir el grado de endeudamiento, que el gobierno actual ha ayudado a que se logre esto. Además de que ha habido mejorías en temas de producción, la cual desde 2004-2005 no había subido.
Hasta ahora hay cosas positivas en Pemex, pero es un cúmulo de cosas, compones una se desarregla otra”, comentó Gabriel Casillas, economista en jefe para Latinoamérica de Barclays.