La Organización de Naciones Unidas (ONU) acusó a Rusia de bloquear las entregas de ayuda humanitaria en las áreas bajo su control en el este de Ucrania, tras la destrucción de la represa Kajovka.
El colapso de la represa ha provocado inundaciones en la región de Jersón, forzando a cientos de personas a huir y generando preocupación por un posible desastre medioambiental.
Denise Brown, coordinadora humanitaria para Ucrania, ha instado a Rusia a cumplir con sus obligaciones bajo las normas humanitarias internacionales y permitir el acceso a las áreas afectadas. Mientras tanto, las autoridades reportan un saldo de 29 muertos y numerosos desaparecidos debido a las inundaciones.