El presidente argentino Javier Milei emitió un decreto que reduce de 21 a 18 años la edad mínima para el uso, posesión y portación de armas de fuego, cumpliendo con su promesa de campaña de facilitar el acceso a las mismas en un contexto de creciente inseguridad, que es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos.
La medida fue publicada el martes en el boletín oficial y tiene como objetivo “armonizar” la normativa vigente, que data de 1975, con el nuevo Código Civil y Comercial, que establece que la mayoría de edad comienza a los 18 años. Durante su campaña, Milei defendió la libre portación de armas, sugiriendo incluso que deberían venderse en supermercados, como en Estados Unidos. Aunque recibió críticas por esa propuesta, la cual fue rechazada en encuestas, aclaró que como presidente se enfocaría en desburocratizar los trámites para el registro de armas.
El decreto fue publicado al cumplirse un año de su presidencia, en medio de crecientes demandas por medidas contra la inseguridad, especialmente en las grandes ciudades. Según datos del Ministerio de Seguridad, en 2023 se registraron 4,815 robos con lesiones y/o muertes, la mitad de ellos en la provincia de Buenos Aires. También se alcanzó un récord de 32,503 tentativas de robo.
Críticas a la medida no se hicieron esperar. Sabina Frederic, exministra de Seguridad del gobierno anterior, calificó el cambio como innecesario y provocador, destacando que la medida ampliaría el número de personas con acceso legal a armas de fuego. También alertó sobre el riesgo de que se combine con un proyecto de ley que permitiría el blanqueo de armas ilegales por un año, lo que podría agravar la situación de inseguridad. Se estima que en Argentina circulan ilegalmente alrededor de cuatro millones de armas, en un país de 45 millones de habitantes.
