Ucrania denunció que Rusia disparó un misil balístico intercontinental (ICBM) contra la ciudad de Dnipró, marcando la primera vez que se emplea este tipo de arma en el conflicto, según las fuerzas armadas ucranianas. Acompañado por otros ocho misiles, seis de ellos fueron interceptados, pero el ataque dejó dos heridos y daños en instalaciones industriales y un centro de rehabilitación para personas con discapacidad.
El uso de un ICBM, diseñado para portar ojivas nucleares, se percibe como un mensaje de escalada por parte de Moscú, que recientemente revisó su doctrina nuclear para justificar respuestas nucleares incluso ante ataques convencionales. Mientras tanto, Ucrania intensifica sus contraofensivas con armas de largo alcance proporcionadas por Occidente, aumentando las tensiones internacionales.