La Corte Penal Internacional emitió órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el exministro de Defensa Yoav Gallant y miembros de Hamás, acusándolos de crímenes de guerra y contra la humanidad. La decisión está relacionada con la guerra en Gaza y los ataques de octubre de 2023. A pesar de su alcance internacional, las implicaciones prácticas son limitadas, ya que Israel y Estados Unidos no reconocen la jurisdicción de la corte.
Netanyahu calificó las acusaciones como “absurdas y antisemitas”, mientras que Hamás celebró la decisión como un paso hacia la justicia para los palestinos. Estados Unidos rechazó las órdenes, criticando el proceso del tribunal y reafirmando su apoyo a Israel en su derecho a defenderse. La CPI enfrenta desafíos para ejecutar estas órdenes al depender de la cooperación de sus Estados miembros.