Bolivia enfrenta uno de los desastres naturales más graves de su historia, con más de 10.1 millones de hectáreas devastadas por incendios forestales en varias regiones, principalmente en Santa Cruz y Beni. Hasta el momento, 11,747 familias y 746 comunidades se han visto afectadas, y 68 municipios reportan problemas. El Gobierno ha declarado “desastre nacional” para recibir ayuda internacional en la lucha contra el fuego.
Se han movilizado 1,600 militares y se espera la llegada de un avión cisterna canadiense para reforzar los esfuerzos. Los incendios, causados principalmente por quemas agrícolas que se salieron de control, continúan afectando grandes áreas de bosques y pastizales, mientras las autoridades luchan por contener las llamas y proteger las tierras fiscales y comunitarias.