Los trabajadores de la siderúrgica Arcelormittal en México rechazaron un acuerdo que podría finalizar la huelga iniciada hace más de un mes y medio en instalaciones de la empresa en el país, ubicadas en Lázaro Cárdenas, Michoacán, un asunto que deberá ser resuelto en los tribunales laborales locales.
El gigante acerero estimó a mediados de junio que el paro, que calificó como un bloqueo sindical “ilegal”, significan una pérdida de alrededor de 17,200 toneladas diarias. El conflicto, en el que los trabajadores han mantenido la huelga en miras de obtener mejores condiciones laborales, ya ha llegado a autoridades mexicanas.
El pasado 4 de julio se llegó a un acuerdo con el Sindicato Nacional Minero y la Empresa, que era muy positivo para los trabajadores y fue sometido a votación de estos este martes 9 de julio, siendo rechazado por la mayoría”, dijo en un comunicado la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Según el documento, el acuerdo incluía un pago de más de 2,000 dólares por trabajador y del 75% salarios caídos (no cobrados durante la huelga), y una auditoria de los ejercicios fiscales 2022 y 2023 de la firma para determinar si el cálculo del reparto anual de utilidades a los empleados, que en México es obligatorio por ley, se había hecho de forma correcta.
La forma de distribución de los beneficios de la compañía fue una de las causas del conflicto. Tras la falta de acuerdo, el asunto “seguirá su curso en los tribunales laborales”, detalló la dependencia.
ArcelorMittal, que registró un beneficio neto ajustado de 4,900 millones de dólares el año pasado, dijo a Reuters el mes pasado que las autoridades laborales no habían respaldado la huelga.
“Se ha estado negociando, hay mesas de diálogo, ya hubo propuestas, incluso se les pagó un bono adicional con la finalidad de que reanudaran las actividades. Ni siquiera de esa manera han querido soltar las instalaciones”, afirmó la empresa, con sede en Luxemburgo.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero instó entonces a las autoridades a encontrar una solución al conflicto y advirtió, a través de un comunicado, que la protesta impacta a sectores productivos y cadenas de valor en la segunda mayor economía de Latinoamérica y Estados Unidos.
