23

de

diciembre

de

2024

- 12:24 am

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No sé si es Rock & Roll, pero es División Minúscula; resuena ‘Y Que el Mundo Espere Tour’ en Saltillo

Por: Erick Villaseñor

Pasaban de las 10 de la noche y las luces del escenario se iluminaron de rojo para recibir a Javier Blake y compañía; División Minúscula regresaba a tierras saltillenses después de poco menos de un año de tocar en el Cactus Festival el 30 de septiembre de 2023, pero esta vez como parte de la gira ‘Y Que el Mundo Espere’. Los primeros acordes del sexteto llenaron el Lienzo Charro y la nostalgia empezó a recorrer el recinto.

Hace años, ir a un concierto de los originarios de Tamaulipas era voltear alrededor y ver caras jóvenes y pueriles. División Minúscula tiene casi 30 años de recorrer cientos de ciudades que los han visto crecer. Desde el lejano disco debut titulado ‘Extrañando Casa’ hasta el más reciente bajo el nombre de ‘Escombros’, el tiempo tampoco perdonó a sus seguidores en todas las latitudes, pero, honestamente, la inyección de energía que provocan en el escenario hace que cualquiera regrese a sus años de adolescencia, pero con la honestidad y claridad del presente: justo eso es ir a un concierto de División Minúscula.

Sin dejar de lado sus mayores éxitos como ‘Humanos Cómo Tú’, ‘Sognare’ o ‘Cursi’, la banda de punk rock mexicana demostró que las tablas aprendidas a lo largo de los años no han sido en vano y la conexión con el público hace un ‘clic’ inmediato, como si se abriera un álbum que alberga recuerdos que se activan con cada tema.

No se trata de dar cátedra o sermones, División Minúscula sabe que si algo ha sostenido su carrera es la honestidad con la que ejecutan sus instrumentos. Tampoco se trata de poses, eso, también para el público, ha quedado atrás desde hace años. Tal vez ‘la revolución ya nunca vino’, como cantaron a coro los más de dos mil asistentes al concierto en la capital coahuilense el pasado 14 de junio. Pero, al menos por dos horas, todos volvieron la mirada a las decisiones que los llevaron al presente y, ¡sorpresa!, escucharon el soundtrack de su propia juventud.

La intro de ‘Sismo’, conocida por todos aquellos que ya han tenido la dicha de escuchar a los de Matamoros alguna vez, abrió la puerta a la recta final de un concierto ejecutado de principio a fin con energía, pero el encore luego de una breve pausa trajo consigo el emblemático tema ‘Betty Boop’ como un último aire de recuerdos que puso el broche de oro de una velada sin pretensiones.

Sostener una carrera de casi 30 años de forma sólida es una proeza que solo algunas bandas pueden ostentar, ese es el caso de División Minúscula. Su paso por Saltillo, como cada ocasión que visitan la localidad, es garantía de que el público podrá ingresar a una máquina del tiempo que se mueve, no como en aquellos conciertos plásticos de artistas que regresan después de años solo para llenarse los bolsillos, porque esto, al final, no sabemos si es Rock & Roll, pero vaya que lo siguen haciendo de lo mejor.

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