El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró estado de emergencia en los condados de Miami-Dade, Broward, Collier, Lee y Sarasota, afectados por severas inundaciones provocadas por lluvias torrenciales.
Aunque no se han reportado víctimas, las inundaciones han ocasionado importantes interrupciones, incluyendo el corte de autopistas, la suspensión de clases y la cancelación de aproximadamente 200 vuelos en los aeropuertos de Miami y Fort Lauderdale. La humedad tropical persiste, por lo que se esperan más lluvias dispersas, manteniendo vigente la alerta de inundaciones en toda la región y los Cayos de Florida.