La justicia rusa ha decretado prisión preventiva por dos meses para cuatro sospechosos del atentado en el Crocus City Hall, con cargos de terrorismo y la posibilidad de enfrentar cadena perpetua. Durante la vista, uno de los acusados, Mirzoyev, admitió su culpabilidad y permanecerá detenido hasta el 22 de mayo. Otros dos sospechosos fueron presentados ante el juez, uno de ellos herido durante su detención. Hasta el momento se han reportado 182 muertos y 110 personas hospitalizadas, con 40 en estado crítico. El ataque ha sido atribuido al Estado Islámico, aunque las autoridades rusas también apuntan a Ucrania, lo cual este país niega rotundamente.
El atentado en el Crocus City Hall es el más mortífero en Rusia desde principios de la década de 2000 y el más letal cometido en Europa por el Estado Islámico. Este suceso ha provocado un profundo luto en el país, con museos y teatros cerrados y muestras de solidaridad por parte de la comunidad, incluyendo donaciones por parte de restaurantes a los familiares de las víctimas. A pesar de las implicaciones del Estado Islámico, las autoridades rusas aún no mencionan la reivindicación del grupo yihadista, mientras continúan las labores de rescate entre los escombros del edificio afectado.