En Argentina, la presidencia de Javier Milei ha generado un clima de tensión social y política. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se enfrentó a Milei por su llamado a la rebelión fiscal, acusándolo de instar a no pagar impuestos dirigidos hacia las grandes fortunas y sectores poderosos. Esto desató protestas a nivel nacional, donde miles denunciaron las medidas del gobierno contra los sectores vulnerables y exigieron alimentos para los comedores populares.
La represión policial fue evidente durante las manifestaciones, lo que generó críticas y repudio por parte de diversas organizaciones sociales. Además, Kicillof detuvo una iniciativa de Milei que permitiría la entrada del ejército estadounidense en la Hidrovía Paraná-Paraguay, calificándola como una violación a la soberanía nacional.