El ritmo tan acelerado de la vida y la avalancha de información a la que estamos expuestos a veces nos pide desconectar el cerebro por un momento, y es por esto por lo que el brain rot se ha vuelto todo un fenómeno del internet, sobre todo en TikTok e Instagram.
Este contenido, cuyo nombre significa “podredumbre cerebral”, se caracteriza por imágenes y videos absurdos generados en su mayoría mediante inteligencia artificial. Aunque esta clase de productos existen desde hace años, alcanzaron un pico tras la viralización de las series “sikibiddi toilet”, cuyo canal ha acumulado miles de millones de visualizaciones, mercancía y contratos publicitarios por la producción de clips sobre cabezas humanas que emergen de inodoros; podredumbre cerebral.
Pero ahora las redes sociales se han dejado cautivar por otra serie de clips; el Italian brain rot presenta criaturas híbridas con nombres pseudoitalianos, como “Tralalero Tralala” o “Bombardiro Crocodilo“, y se acompañan de voces sintetizadas con acento italiano.
La estética surrealista y el humor irónico de estas creaciones han capturado la atención de la Generación Z, convirtiéndose en una forma de entretenimiento que satiriza la sobrecarga de información y el consumo de contenido trivial en la era digital.
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Así, el Italian brain rot se ha vuelto un fenómeno por sí mismo, ya sea a través de sus personajes, que también incluyen a “Ballerina capuchina” o a “Tung tung tung sahur”; o, por otra parte, a causa de sus audios generados de forma sintética con un particular y humorístico acento italiano y que son usados en los vídeos de miles de personas, este contenido está presente en las pantallas de todo niño y adolescente; incluso los adultos pueden caer en esta trampa diseñada para secuestrar tu atención.
Tanto ha sido el impacto de esta tendencia, que el brain rot ha generado oportunidades comerciales. Incluso se ha comenzado a capitalizar esta tendencia mediante la venta de productos inspirados en estas criaturas, como juguetes, ropa y accesorios.
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Por ejemplo, se han lanzado figuras de acción de personajes como “Tralalero Tralala” y camisetas con diseños de “Tung Tung Tung Sahur”. Además, se han publicado libros para colorear que presentan estas figuras, dirigidos a adolescentes y adultos que disfrutan del humor de internet.
Desconectarse el cerebro por un momento no es realmente malo, puede representar un alivio para las personas que buscan un descanso del acelerado ritmo de vida; el problema está, como en cualquier ámbito, en los excesos; en el abuso de su consumo.
El Newport Institute advirtió que el abuso de estos contenidos podría provocar problemas en la memoria y dificultades para resolver problemas; además, los jóvenes en formación son los más vulnerables a los efectos de la “podredumbre cerebral”.
Es tanto el impacto general de este fenómeno, que Oxford University Press eligió “brain rot” como la palabra del año en 2024. Esta elección refleja la preocupación por el consumo excesivo de contenido superficial.
En respuesta, se sugieren iniciativas y consejos para fomentar un consumo digital más consciente y equilibrado, que promuevan actividades que estimulen la mente y reduzcan la dependencia de contenidos basura.
Un poco de comida chatarra es beneficiosa para mantener el ánimo; pero demasiada podría provocar enfermedades.
