La Defensa Civil Siria, conocida como los cascos blancos, inició operaciones en la prisión de Sednaya, famosa por su uso como centro de tortura bajo el régimen de Bashar Al Assad. Los rescatistas buscan prisioneros en celdas ocultas mientras inspeccionan áreas como la cocina, aunque hasta ahora no han encontrado a detenidos, informó su líder, Raed al Saleh.
Este centro, al norte de Damasco, ha sido señalado por organizaciones internacionales como destino de miles de presos políticos y opositores desde 2011. La ONU calificó la caída del régimen como un momento histórico para Siria, destacando la importancia de evitar que estos abusos se repitan en el futuro.
