Al menos 89 personas murieron en enfrentamientos entre el Ejército sirio y la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante en Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El ataque sorpresa de los insurgentes, que también capturaron armamento y vehículos, fue respondido con bombardeos aéreos por parte de las fuerzas de Damasco, afectando incluso zonas civiles.
Los insurgentes avanzaron hacia el oeste de Alepo, acercándose a 10 kilómetros de la ciudad, en una ofensiva que amenaza la frágil tregua vigente en la región desde 2020. La provincia vecina de Idlib, controlada mayoritariamente por los islamistas, se mantiene como el último bastión opositor en Siria.