Un reciente bombardeo israelí en los suburbios del sur de Beirut ha resultado en la muerte de Hasán Nasralá, líder del movimiento chiita Hezbolá, junto con más de 20 miembros de la organización. Este ataque, considerado uno de los más intensos en la región, se enmarca dentro de la operación “Nuevo orden” del ejército israelí, que busca desarticular las estructuras de comando de Hezbolá.
En respuesta a la operación, Israel afirmó haber llevado a cabo un “bombardeo de precisión” contra varios objetivos terroristas en Líbano, incluyendo lanzacohetes y sitios de almacenamiento de armas. La situación en la región se ha tensado aún más tras este ataque, con reportes de explosiones y la llegada de ambulancias a la zona, lo que subraya el impacto devastador del conflicto.