Un hueso frontal de dinosaurio hallado en Coahuila ha sido identificado como una pieza clave para clasificar una nueva especie de tiranosaurio en el catálogo paleontológico mundial. Tras un análisis filogenético del fósil, se determinó que corresponde a un nuevo carnívoro llamado Labocania aguillonae, en honor a Martha Carolina Aguillón, quien descubrió el espécimen.
El hallazgo ocurrió en el año 2000 en la localidad de Parrita, en el suroeste de Coahuila, México. Los restos, de aproximadamente 72 millones de años, pertenecen a la última etapa del Cretácico y permanecieron almacenados en el Museo del Desierto (MUDE) durante más de dos décadas. Según Nick Longrich, paleontólogo de la Universidad de Bath y coautor del estudio, inicialmente los huesos se asemejaban a “una pila de escombros”.
Durante una conferencia de prensa, Aguillón destacó que esta especie era difícil de identificar y solo se conocía a través de dientes encontrados desde los años 70. Héctor Rivera, investigador y jefe del Laboratorio de Paleontología del MUDE, señaló que los fósiles se encontraron en rocas que sugieren un clima húmedo, similar a un delta fluvial como el del Okavango.
El espécimen juvenil de Coahuila mide aproximadamente 6.5 metros de largo, pero se estima que los adultos podían superar los 10 metros. Labocania aguillonae comparte algunas características con Labocania anomala, otra especie descubierta en los años 70 en Baja California, conocida solo por fragmentos mandibulares.