Este miércoles 10 de septiembre, el Senado de la República aprobó en lo general la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador con 86 votos a favor y 41 votos en contra. La votación, realizada al filo de la medianoche, fue precedida por una jornada marcada por disturbios tanto dentro como fuera del recinto legislativo, lo que obligó a trasladar la sesión a la Antigua Casona de Xicoténcatl bajo estrictas medidas de seguridad.
Esto luego de que manifestantes irrumpieron en el Senado, lo que causó la suspensión temporal de la sesión. Gritando consignas como “¡El Poder Judicial no va a caer!”, los protestantes lograron ocupar el pleno y generaron momentos de caos. A pesar de los esfuerzos de seguridad, los manifestantes tomaron temporalmente el control, reflejando la tensión que la propuesta había generado entre distintos sectores de la sociedad.
Entre las controversias más destacadas de la jornada, Miguel Ángel Yunes reapareció tras su solicitud de licencia médica y, en medio de protestas, dio a conocer su voto a favor de la reforma.
En tanto, la oposición, compuesta por PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, denunció la detención del senador Daniel Barreda para evitar su participación en la votación. Asimismo, el senador Luis Donaldo Colosio Riojas, denunció haber sufrido un ataque con gasolina en los ojos a las afueras del recinto, lo que exacerbó el clima de confrontación.
Durante la sesión en la nueva sede, la oposición tomó la tribuna en rechazo a la reforma, acusando a Morena de querer controlar el Poder Judicial. Mientras que en las calles del Centro Histórico, los manifestantes continuaron con su protesta y denunciaron el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. En tanto, La ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, hizo un llamado al diálogo pacífico para resolver las diferencias.
A pesar de la tensión, la mayoría compuesta por Morena, PT y PVEM logró la aprobación de la reforma.