Grecia enfrenta una crisis devastadora debido a incendios forestales que se acercan a Atenas, obligando a nuevas evacuaciones en áreas cercanas de al menos cinco localidades y dos hospitales en la región de Ática, mientras los esfuerzos de los bomberos se ven obstaculizados por los fuertes vientos que propagan rápidamente las llamas.
El incendio, que ha alcanzado un frente de más de 30 kilómetros y ha dañado gravemente las infraestructuras locales. Los científicos advierten que el cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de estos fenómenos meteorológicos extremos, afectando no solo a Grecia, sino a otras partes de Europa que también enfrentan temperaturas récord.