Caracas se convirtió en el epicentro de intensas protestas luego de que el Consejo Nacional Electoral proclamara a Nicolás Maduro como presidente reelecto de Venezuela con el 51% de los votos. Decenas de militares lanzaron bombas lacrimógenas y dispararon perdigones contra los ciudadanos que se manifestaban en rechazo a los resultados electorales, provocando varios heridos y la detención de una veintena de personas.
Pese a la represión, la movilización de los manifestantes continuó en diversos puntos de la capital, mostrando el descontento y la tensión política que atraviesa el país.