Kamala Harris ha logrado un notable avance en su campaña presidencial a solo 100 días de las elecciones, recaudando 200 millones de dólares en su primera semana y sumando 170 mil nuevos voluntarios. Esta explosiva energía ha llevado a la campaña demócrata a organizar 2 mil 300 eventos en estados clave como Arizona y Pensilvania, impulsando una movilización masiva de votantes.
La comparación con el entusiasmo generado por Barack Obama en 2008 destaca el cambio drástico que Harris ha traído a la contienda electoral. Su agresivo enfoque y la capacidad de atraer a un amplio espectro de votantes han reducido significativamente la ventaja de Donald Trump en las encuestas.