La compañía nacional de ferrocarriles francesa SNCF sufrió un ataque masivo, que incluyó incendios provocados, afectando gravemente las líneas de alta velocidad Atlántica, Norte y Este. Este sabotaje perturbó los viajes de 800 mil personas justo antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, generando caos en la estación de Montparnasse y provocando la cancelación de un 25% de los trenes Eurostar. La situación podría prolongarse durante el fin de semana, y se ha iniciado una investigación para identificar y castigar a los responsables del ataque.
El ministro delegado de Transportes, Patrice Vergriete, calificó el incidente como un “acto criminal escandaloso” y aseguró que el tráfico de trenes en la línea Atlántica se estaba reanudando progresivamente