En la ciudad de Barcelona, cientos de turistas se vieron sorprendidos por una multitud de manifestantes que los instaban a “regresar a casa” en una de las mayores manifestaciones anti-turismo jamás vistas en la ciudad. La protesta, que reunió a miles de personas, tenía como objetivo denunciar los efectos negativos del turismo masivo en la vida cotidiana de los residentes locales, así como en la infraestructura y el medio ambiente de la ciudad.
La manifestación transcurrió en su mayoría de manera pacífica, aunque algunos turistas reportaron sentirse intimidados y desconcertados por la intensidad de los reclamos. Los organizadores de la protesta afirmaron que su intención no era confrontar a los visitantes de manera personal, sino generar conciencia sobre la urgencia de implementar políticas que regulen el flujo turístico y protejan los intereses de la comunidad local.