El huracán Beryl, que tocó tierra en Texas como categoría 1 y luego se degradó a tormenta tropical, ha cobrado nueve vidas debido a sus efectos destructivos. Dos personas fallecieron el lunes por la caída de árboles: un hombre de 53 años quedó atrapado bajo escombros en el condado de Harris, mientras que una mujer de 74 años perdió la vida al ser golpeada por un árbol en su residencia.
Houston, la ciudad más afectada, sufrió intensas lluvias y fuertes ráfagas de viento, provocando múltiples inundaciones y la cancelación de vuelos en el Aeropuerto Intercontinental George Bush. Se emitieron alertas de tornado para áreas de Texas, Arkansas y Louisiana, mientras que el Centro Nacional de Huracanes advirtió sobre marejadas ciclónicas y riesgos continuos de inundación en la región.