En un esfuerzo innovador y controvertido para proteger a los rinocerontes, se ha implementado la inyección de material radioactivo en sus cuernos. Esta medida busca disuadir a los cazadores furtivos al hacer que los cuernos sean rastreables y potencialmente peligrosos para quienes los manejen. La técnica, desarrollada por científicos y conservacionistas, utiliza una cantidad mínima de material radioactivo que no representa un riesgo para los animales, pero sí para los seres humanos que intenten traficar con ellos.
La caza furtiva de rinocerontes ha aumentado dramáticamente en los últimos años, impulsada por la alta demanda de sus cuernos en el mercado negro, especialmente en Asia, donde se les atribuyen propiedades medicinales y afrodisíacas. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y organizaciones de conservación, miles de rinocerontes son asesinados cada año. La introducción del material radioactivo tiene como objetivo no solo proteger a los animales, sino también interrumpir las redes de tráfico y reducir la demanda de cuernos.
Aunque la iniciativa ha generado un debate considerable, muchos expertos creen que representa un paso crucial en la lucha contra la caza furtiva. Algunos críticos señalan preocupaciones sobre los posibles efectos a largo plazo en los animales y el medio ambiente. Sin embargo, los defensores de la medida argumentan que los beneficios superan los riesgos, destacando que la supervivencia de los rinocerontes está en juego. La comunidad internacional observa con interés esta nueva táctica, esperando que marque un punto de inflexión en la conservación de estos majestuosos animales.