El expresidente boliviano Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce se encuentran enfrentados en una agria disputa tras el intento de golpe de Estado del 26 de junio. Morales acusa a Arce de orquestar un “autogolpe” para ganar popularidad, mientras que Arce niega rotundamente estas acusaciones y llama a Morales a no alinearse con el fascismo que niega los hechos.
Por otro lado, La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ha condenado las declaraciones de Morales como irresponsables, mientras que el conflicto refleja una profunda división dentro del Movimiento al Socialismo de cara a las elecciones presidenciales de 2025, con Morales aspirando a competir a pesar de estar legalmente inhabilitado para hacerlo.