En un momento cargado de emoción, Andrey Kozlov, de 27 años, se reunió con su madre por primera vez después de pasar ocho meses como rehén de Hamás. El reencuentro tuvo lugar en un centro de acogida para liberados, donde madre e hijo se fundieron en un abrazo que reflejaba la angustia y el alivio acumulados durante meses de incertidumbre. Kozlov, visiblemente emocionado, agradeció el apoyo recibido y expresó su alegría por estar finalmente libre y reunido con su familia.
El secuestro de Kozlov había sido motivo de preocupación internacional, con múltiples organizaciones trabajando incansablemente para asegurar su liberación.