España, Irlanda y Noruega reconocieron oficialmente a Palestina como Estado, buscando promover la paz en Oriente Próximo y detener la tragedia humanitaria en la región. Este anuncio coordinado ha provocado una fuerte reacción de Israel, que considera el reconocimiento como una “recompensa al terrorismo” del movimiento islamista Hamás.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, defendió el reconocimiento como un paso necesario para la paz y la justicia histórica, subrayando que no se trata de una medida contra Israel, sino de un rechazo a Hamás. Por su parte, el primer ministro irlandés, Simon Harris, pidió a Israel que detenga la crisis humanitaria en Gaza, mientras que el jefe de la diplomacia noruega, Espen Barth Eide, lamentó la falta de compromiso constructivo del gobierno israelí y llamó a la comunidad internacional a apoyar la solución de dos Estados.