En una inesperada primera vuelta, Sergio Massa, el actual ministro de Economía del peronismo, se posicionó como el candidato más votado con el 36,05% de los votos, seguido de cerca por el economista ultraliberal Javier Milei con el 30,39%. Patricia Bullrich quedó en tercer lugar con el 23,6%, poniendo fin a su carrera por la presidencia. Ninguno de los candidatos logró el 45% de los votos necesarios para evitar una segunda vuelta, lo que llevará a una competencia entre Massa, que defiende una intervención estatal en la economía, y Milei, quien aboga por la dolarización y la reducción drástica del gasto público. El próximo presidente de Argentina se enfrenta a una economía en crisis con alta inflación, pobreza creciente y una deuda significativa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este resultado marca un giro inesperado en las elecciones presidenciales argentinas, que se habían considerado altamente competitivas. La segunda vuelta, programada para el 19 de noviembre, enfrentará al peronismo, representado por Massa, y una visión económica radicalmente diferente defendida por Milei, quien espera ganar el apoyo de los votantes de centro-derecha que antes respaldaron a Bullrich. La elección se perfila como un momento crucial para el futuro económico de Argentina y el rumbo que tomará el país en medio de una situación financiera crítica.