Organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado que el estado de Texas ha extendido su cerca de alambres en la frontera con Ciudad Juárez, lo que aumenta significativamente el riesgo para los migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos. El gobernador republicano Greg Abbott amplió el alambrado hasta el límite de Texas con Nuevo México, con el objetivo de evitar que los extranjeros crucen a El Paso.
Rosa Mani Arias, coordinadora de la organización Abara, que brinda servicios a migrantes, calificó esta medida como “cruel e inhumana” debido a que los obstáculos resultan en fuertes heridas para los migrantes, quienes, en su desesperación por cruzar a Estados Unidos, se arriesgan entre las barricadas de navajas. La situación en la frontera entre México y Estados Unidos se ha vuelto crítica, con un aumento sin precedentes en el flujo de personas migrantes en Centroamérica y México, lo que ha llevado a un llamado de alerta por parte de la Organización Internacional de las Migraciones.