A mediados de junio, Estados Unidos pidió al gobierno mexicano que revisara la situación. Era la undécima vez que invocaba formalmente el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del tratado de libre comercio de Norteamérica (T-MEC).
Normalmente los dos países llegan a un acuerdo pero esta vez no ha sido así, por ello el gobierno del presidente Joe Biden pidió la conformación de un panel del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida.
“Estados Unidos ha determinado que es apropiado solicitar un panel para verificar si las leyes laborales mexicanas se cumplen en la instalación y si se ha producido una negación de derechos”, informa la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Washington afirma que el pasado 15 de mayo recibió una queja de la mayor central obrera de Estados Unidos y Canadá (la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales), del sindicato United Steelworkers y del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, conocido como Los Mineros.
Se quejan de que la compañía violó el derecho de los mineros a representar a los trabajadores en la negociación colectiva y que contrató a personal para reemplazar a los empleados en huelga, pese a que la legislación mexicana lo prohíbe.