El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, compuesto por Carlos Beristain y Ángela Buitrao, quienes han investigado durante ocho años la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, concluyó su investigación en el país denunciando serias obstrucciones, especialmente por parte de las Fuerzas Armadas, que ocultaron información relevante para el caso.
Los expertos internacionales se retiraron del país sin poder esclarecer el destino de los 43 estudiantes de la Normal Rural. No obstante, su último informe público presenta nuevas pruebas sobre la implicación del Ejército en la desaparición de los jóvenes y de la Marina en el encubrimiento del crimen mediante “operativos clandestinos”.
El informe se basa en un análisis de 500 llamadas telefónicas, documentos, fotografías, videos, declaraciones y entrevistas a testigos, y revela que la Marina llevó a cabo un “operativo de inteligencia de carácter reservado” al día siguiente del ataque a los estudiantes, del cual nunca se informó.
Además, encontraron una foto de dos cadáveres con vendas similares a las que se ven en videos de detenciones de la Marina. El grupo de expertos sostiene que estas acciones, junto con la manipulación de pruebas cruciales, formaron parte de un intento por parte de las autoridades de ocultar lo sucedido el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cuando policías locales, con la colaboración de otras fuerzas de seguridad y miembros del crimen organizado, arrestaron a los estudiantes.
