El comandante de la Policía Militar del Orden Público, Fernando Muñoz, en Honduras, presentó ante la prensa varias armas de fuego que decomisó al iniciar operaciones para pacificar las prisiones, con el programa “fe y esperanza”, donde centenares de policías colocaron a la pandilla “Mara-18”, en el piso de la prisión para esposarlos con las manos hacia atrás, en pantalón corto, descalzos y sin camisa.
Se presentaron ante las cámaras un fusil y cinco revólveres con munición, dos granadas de fragmentación y aparatos móviles de comunicación en el decomiso en la Penitenciaría Nacional de Hombres, en Támara.
La operación fue ordenada por la presidenta Xiomara Castro después de que el martes pasado en la cárcel de mujeres, reclusas de la pandilla Barrio 18, atacaron a tiros y prendieron fuego a otra pandilla de mujeres. El saldo fue de 46 fallecidas.
A partir del 1 de julio, la Policía Militar del Orden Público, tomará el control de los 21 centros penales del país.