El obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño, calificó como absurdo el plan del gobierno de Texas de colocar boyas en el Río Bravo para detener a los migrantes que intentan cruzar hacia Estados Unidos, advirtiendo que esta medida pondrá en peligro la vida de niños, mujeres y hombres.
El obispo consideró que la colocación de boyas es un crimen y asegura que no detendrá a los migrantes, sino que provocará un aumento en el número de muertes y ahogamientos.
Garza Treviño señaló que es válido el derecho del vecino país a defender su territorio, pero argumenta que estas medidas extremas no acabarán con el fenómeno migratorio y propone buscar soluciones más adecuadas, pues el uso de boyas no es una solución efectiva y expresa su preocupación por las consecuencias mortales que podrían derivarse de esta medida.